En este artículo tendremos una discusión sobre la sexualidad como parte inherente a la condición humana, algo que nos acompañará durante el transcurso de nuestra vida, incluso en nuestro envejecimiento. Si bien es cierto no se manifiesta en la misma medida y de la misma forma en todas las personas, es importante hablar sobre la sexualidad en los adultos mayores. Un tema cargado de estigmas y prejuicios que será necesario trabajar como sociedad para normalizar y asegurar una vida plena durante el envejecimiento.

Se entiende el envejecimiento como una etapa en la vida en la que la sexualidad ya no es permitido vivirla ni disfrutarla y que, automáticamente llega la asexualidad. Es así como la sexualidad en el adulto mayor se vuelve un tema condicionado por el ojo crítico de la sociedad y que después de cierta edad ya no es permitido ni vivirla ni disfrutarla. Esta concepción errónea de una vejez asexual lleva a los adultos mayores a asumir este rol sin cuestionarlo y darlo por sentado como una parte normal del envejecimiento.

Sin embargo, es necesario cambiar de perspectiva y entender la sexualidad como parte de la personalidad humana, una forma más de su expresión y parte del concepto de su identidad, de cómo se construye frente a la sociedad y que junto a el autoestima, permiten expresar a la persona quien es ella, diferenciándose de los demás, según afirma Lucía del Carmen Amico, Licenciada en Trabajo Social, en su investigación – Envejecer en el siglo XXI. “No siempre querer es poder”. Hacia la de-construcción de mitos y la superación de estereotipos en torno a los adultos mayores en sociedad -.

Reconocer que envejecer no es igual al final de la vida sexual es el reto para desmitificar la sexualidad en los adultos mayores. Poder disfrutar al máximo la sexualidad que mejora su calidad de vida, beneficiando la salud física, mental y el autoestima, según la OMS. Un aspecto interesante es el hecho que la sexualidad en el adulto mayor es un tema tabú que enfrenta muchos prejuicios y barreras sociales desde la sociedad como ente observador y regidor de prácticas y normas sociales. Al contrario de la visión de otros adultos mayores que consideran la sexualidad como algo positivo y como un deseo que siguen queriendo expresar, a pesar de lo que la sociedad les dicta e impone.

El envejecimiento normal trae consigo cambios físicos, hormonales y neurológicos que afectan la sensibilidad, la circulación y la lubricación, entre otras funciones del cuerpo, tanto para los hombres como para las mujeres. Estos cambios a veces afectan la capacidad de tener y disfrutar de las relaciones sexuales. Sin embargo, la sexualidad en general no se reduce a lo fisiológico, sino que cumple funciones de comunicación, ternura y complicidad. Algo que con el paso del tiempo es necesario explorar para poder disfrutar de la sexualidad plenamente y será necesario transformar las experiencias que se adapten a las necesidades como adulto mayor que puedan satisfacer el deseo sexual, erótico y afectivo.

Ante este escenario será necesario lograr una adaptación a los cambios que se generan, y de esta forma ayudará a tener una vida sexual placentera y saludable a cualquier edad. Hay que tener en cuenta que una buena salud es importante para gozar de una sexualidad plena. Otros consejos que pueden facilitar una mejor vida sexual son: adoptar hábitos saludables y una buena alimentación, tener una buena comunicación con la pareja, conversar sobre inquietudes, dudas sexuales y necesidades que te hagan sentir mayor comodidad en el acto sexual y con la sexualidad en general. Esto supone, ampliar la definición de sexo pues los besos, caricias y otras formas de contacto también pueden ser placenteras para los involucrados.

Referencias: 

https://margen.org/suscri/margen55/amico.pdf

La sexualidad en el adulto mayor (psicologia-online.com)

Sexo en la tercera edad: consejos, mitos y verdades | DoctorAkí (doctoraki.com)

La sexualidad en la edad avanzada | National Institute on Aging (nih.gov)