Antes de hablar de las diferencias y similitudes de la influenza y el COVID-19 debemos tener en mente que no es posible determinar a cuál de las dos enfermedades nos enfrentamos solo con la observación de los síntomas. Para un diagnóstico exacto se requiere una prueba de laboratorio para confirmar cualquiera de los dos padecimientos y así, contar con un tratamiento adecuado y rápido para reducir el riesgo de complicaciones.
Tanto la influenza (gripe) como el COVID-19 son enfermedades respiratorias contagiosas, pero son provocadas por virus diferentes. La causa del COVID-19 es una infección por un coronavirus (el SARS-CoV-2), que se detectó por primera vez en 2019 y desencadenó la pandemia por COVID-19 desde el año 2020 hasta 2023. Por otro lado, la influenza es provocada por la infección por un virus de la influenza que ocasiona la epidemia de la influenza estacional cada año.
Si hablamos de las similitudes, tanto el COVID-19 como la influenza comparten muchos síntomas por lo que es común que se confundan entre ellos. Asimismo, pueden tener distintos grados de estos síntomas. Los más comunes tanto del COVID-19 como de la influenza incluyen: fiebre, tener escalofríos, tos, dificultad para respirar (sentir que le falta el aire), fatiga, dolor de garganta, mucosidad nasal o nariz tapada; dolor muscular y molestias corporales, dolor de cabeza, vómitos, diarrea (suele ser más frecuente en niños con influenza, pero puede ocurrir a cualquier edad en personas con COVID-19).
En cuanto a las diferencias, podemos mencionar el tiempo que tardan en aparecer los síntomas, por ejemplo, en el caso de la influenza los síntomas aparecen entre el día uno y el día cuatro de contagio, mientras que en el caso del COVID-19, los síntomas pueden aparecer hasta 14 días después del contagio y en muchos casos la persona puede ser asintomática.
Respecto al contagio, la influenza puede contagiarse desde un día antes de que aparezcan los síntomas y en general, las personas que ya tienen síntomas de influenza son contagiosas. Para el caso del COVID-19, las personas pueden ser contagiosas antes de tener síntomas, de dos a tres días antes de presentar síntomas y hasta ocho días después de que aparezcan los síntomas. Es importante mencionar que en los casos asintomáticos del COVID-19 también pueden propagar el virus.
Ya que hablamos de la propagación del virus, es necesario recalcar que, aunque se cree que el virus que causa el COVID-19 y los virus de la influenza se propagan de formas similares, el virus que causa el COVID-19 suele ser más contagioso dado que puede propagarse con mayor rapidez y facilidad a más personas, que los virus de la influenza.
Por otro lado, en términos de gravedad de la enfermedad, tanto el COVID-19 como la influenza pueden provocar enfermedades graves. Los grupos de personas de mayor riesgo son los adultos mayores, personas con ciertas afecciones subyacentes (incluidos bebés y niños) y personas embarazadas.
Sin embargo, según estudios, el COVID-19 causa mayores dificultades y puede provocar enfermedades más graves en algunas personas. Esto es debido a las complicaciones que pueden ocasionar la intensidad de los síntomas del COVID-19. Algunas personas que tuvieron COVID-19 pueden presentar afecciones posteriores al COVID-19. Incluso las personas sanas pueden padecer gravemente del COVID-19, que puede resultar en su hospitalización por enfermedades derivadas al virus como problemas cardíacos, pulmonares, renales e incluso la muerte. A diferencia de la influenza, que las personas se recuperan por cuenta propia al cabo de unos días a dos semanas, y solo algunas personas presentarán complicaciones graves que requerirán hospitalización.
La única forma de reducir los contagios y disminuir el riesgo de complicaciones es la vacunación. En el caso del COVID-19 será necesario vacunarse con las dosis de refuerzo según se requiera.
Hay diferentes vacunas contra la influenza aprobadas por la FDA que se producen todos los años para proteger contra todos los tipos de virus de la influenza que se prevén que serán los de mayor circulación en el año. Por eso es necesario vacunarse una vez al año. Para el caso del COVID-19, el esquema de vacunación se actualiza constantemente y se requiere una aplicación de refuerzo para estar al día, según las condiciones de las personas.
Ambas vacunas están al alcance de cualquier centro de salud más cercano y para más información puedes consultar la página del Centro Nacional de Vacunación y Enfermedades Respiratorias (NCIRD, por sus siglas en inglés): https://www.cdc.gov/ncird/index.html.
Referencias:
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