El Alzheimer es una enfermedad que afecta a más de 6 millones de personas que viven en los Estados Unidos, muchos de ellos de 65 años o más. Es un trastorno cerebral que afecta la memoria y la capacidad de pensar y, con el tiempo, la habilidad de llevar a cabo actividades de la vida cotidiana. Algunos síntomas del Alzheimer son de tipo cognitivo y otros son de tipo conductual por lo que podemos notar cambios en su personalidad y su comportamiento.

Hay que tener en cuenta que la enfermedad de Alzheimer no es una parte normal del envejecimiento, sino que es el resultado de cambios complejos en el cerebro que empiezan años antes de que aparezcan los síntomas y que originan la pérdida de neuronas y sus conexiones. Es por esto que es importante mantenernos “cognitivamente activos”, es decir, estimular nuestro cerebro para mantenerlo activo.

Es importante que la familia y personas cercanas a quien la padece, conozcan el Alzheimer y sus síntomas para poder identificarlos. Esto será de ayuda para adaptarse a las exigencias de cada fase de la enfermedad y proporcionar los recursos necesarios para sobrellevarla.

Los problemas con la memoria son uno de los primeros signos de la enfermedad de Alzheimer, pero es importante tomar en cuenta que los síntomas varían según cada persona y pueden desarrollarse en diferente orden e intensidad. Algunos síntomas cognitivos pueden ser dificultad para encontrar o para expresar palabras, problemas espaciales y de visión, deterioro en el razonamiento o criterio, lo que puede repercutir en las decisiones que toman. Otros síntomas pueden incluir cambios en la conducta de la persona, como demorarse más tiempo en finalizar tareas diarias, repetir preguntas, tener problemas para manejar dinero y pagar facturas; deambular y perderse; perder o extraviar cosas en lugares inusuales; mostrar cambios en el estado de ánimo; tener más ansiedad o ser más agresivo.

La enfermedad empieza a manifestarse de forma gradual y generalmente está condicionada por daño cerebral a lo largo de la vida, cambios o diferencias genéticas que pueden ser hereditarias, el estilo de vida, accidentes cerebrovasculares, presión alta, diabetes, obesidad, entre otras afecciones de salud. Es por esto que si reconocemos alguno de estos riesgos en nuestra familia podemos proponer algunas actividades para mantener activo nuestro cerebro y aumentar la reserva cognitiva para compensar los efectos del envejecimiento o de potenciales alteraciones cerebrales provocadas por enfermedades neurodegenerativas como es el Alzheimer.

Estas actividades diarias son excelentes mantener activo el cerebro:

1. Leer. Es una de las actividades más reconocidas para favorecer la estimulación cognitiva. Además de aportarnos conocimientos, la lectura es una actividad estupenda para favorecer la concentración, ejercitar la memoria y alimentar la imaginación. Ya sea el periódico, una revista, leer al menos 15 minutos al día es suficiente para dar el aporte necesario al cerebro.

2. Juegos de mesa. Los juegos de mesa son una buena herramienta para entrenar distintas habilidades cognitivas. Así, en función de las características del juego, se estimulará el cálculo, la memoria reciente, la lógica, la capacidad de planificación, el vocabulario o la creatividad, entre otras capacidades.

3. Aprender. Aprender cosas nuevas a la edad que sea favorecerá nuestra actividad cognitiva. Aprender un nuevo idioma, tocar un instrumento musical, asistir a clases o charlas de cultura general, cocina o algún deporte.

4. Cambiar las rutinas. Añadir rutinas nuevas a tu día a día, o variar las habituales, contribuye a crear nuevas conexiones neuronales. Puedes probar a elegir otra ruta para ir al trabajo, cambiar la organización de los cajones o utilizar los cubiertos con la mano contraria.

Adoptar estos ejercicios en el día a día serán la diferencia en un diagnóstico de Alzheimer. A saber, el tiempo que una persona puede vivir con Alzheimer varía según el avance de la enfermedad y el desgaste cognitivo que este supone. Puede ser tan poco como 3 o 4 años, si es mayor de 80 años cuando se le diagnostica la enfermedad, o hasta 10 años o más si es más joven. En cualquier caso, es necesario que las personas mayores con Alzheimer sepan cuáles son sus opciones de cuidado y expresar sus deseos a sus cuidadores lo más pronto posible después de un diagnóstico.

Referencias:

https://blog.fpmaragall.org/reserva-cognitiva

https://blog.fpmaragall.org/sintomas-cognitivos-y-conductuales-del-alzheimer

https://www.alzheimers.gov/es/alzheimer-demencias/enfermedad-alzheimer