Si el envejecimiento ya es un proceso difícil para las personas, se vuelve aún más desafiante para la comunidad LGBTIQ+, ya que a menudo experimentan discriminación, no solo debido a la edad, sino también por género u orientación sexual. Estas dificultades dan lugar a concepciones erróneas y creencias falsas sobre los adultos mayores LGBTIQ+, y es necesario corregirlas para crear un espacio libre de estigmatización y discriminación.

La sexualidad puede ser un tema tabú en relación con los adultos mayores, y esta concepción sobre la sexualidad conduce igualmente a conceptos erróneos sobre los adultos mayores LGBTIQ+. Es importante normalizar la sexualidad y verla como un proceso natural entre los seres humanos, no solo como un proceso reproductivo, sino también como una actividad que contribuye a una vida plena y placentera.

La capacidad de vivir una vida plena debería ser accesible para todas las personas, especialmente a medida que envejecen, por eso es tan vital contar con atención médica accesible. Sin embargo, una de las dificultades que enfrentan los adultos mayores LGBTIQ+ es la limitación para acceder a una atención digna y libre de estigma y prejuicios. Muchos afirman que los profesionales de la salud carecen de la preparación necesaria para atender las necesidades de los adultos mayores diversos.

Una encuesta realizada por AARP (Asociación Estadounidense de Personas Jubiladas) destacó el miedo que tienen muchos adultos mayores LGBTIQ+ de no contar con apoyo familiar o social en su vejez. También están preocupados por la discriminación o el acoso que puedan enfrentar en instalaciones de atención a largo plazo, lo cual actúa como otro obstáculo para disfrutar de una vida plena.

Esta es una oportunidad para crear círculos inclusivos para identidades diversas. Los centros de atención a largo plazo, los profesionales médicos, los cuidadores y los miembros de la familia deben ser capacitados y sensibilizados en la atención y el tratamiento de adultos mayores diversos. Esto evitará que las personas con identidades diversas oculten su identidad a medida que envejecen y les ayudará a sentirse seguros al buscar servicios que satisfagan sus necesidades.

En lo que respecta a los derechos fundamentales, hay una deuda pendiente con la población LGBTIQ+ en general. Esta situación se refleja en la escasa representación que existe actualmente entre los adultos mayores transgénero. Esta situación se complica aún más debido al contexto social que enfrentaron, los obstáculos encontrados con respecto a su identidad y la calidad de vida que podrían tener. Como resultado, la esperanza de vida de una persona transgénero es menor que la de las personas cisgénero. Según datos obtenidos del portal de contenidos de la Universidad Nacional de Cuyo en Argentina, la esperanza de vida promedio de una persona transgénero en Argentina es de alrededor de 30 años.

Si bien es cierto que ha habido avances en todo el mundo en términos de leyes de identidad de género y leyes de matrimonio igualitario, la sociedad en su conjunto debe trabajar arduamente para proporcionar espacios seguros para esta población, libres de prejuicios, estigma y estereotipos.

El desafío es reformar nuestra perspectiva como sociedad para fomentar espacios seguros donde nuestros adultos mayores diversos puedan desarrollarse plenamente. En este sentido, es esencial que cuenten con el apoyo familiar, el empleo, la atención médica y una vivienda digna. Podemos ayudar a satisfacer las necesidades de los adultos mayores LGBTIQ+ acercándonos a ellos con empatía, escuchando sus experiencias y comprendiendo su realidad.